Día de las rebeldías lésbicas, en mi opinión Mariana Pérez Ocaña.
El 13 de octubre las redes sociales suelen verse inundadas sobre acciones o recordatorios de las llamadas “Rebeldías Lésbicas”.
Pero: ¿De dónde salió esta fecha? ¿Cuál es su origen? ¿Quiénes decidieron que tal cosa pasara? ¿Por qué tendríamos que hacer caso? ¿Tiene algo que ver conmigo como lesbiana? ¿Si no lo hago no seré reconocida como rebelde? ¿Por qué los gobiernos de pronto les interesa esta fecha? Y así un montón de preguntas que nos asaltan cada vez que de pronto aparecen de la nada, sin contexto o información una “fecha” determinada para hacer algo y que en gran medida tiene una identidad “oficial” y hasta “obligatoria”.
Antes que nada, recordemos que una fecha dada para conmemorar algo, ha sido determinado históricamente desde hace miles de años por casi todas las culturas y casi siempre en contextos religiosos, los onomásticos por ejemplo ayudan a una persona o familia a recordar un nacimiento o la muerte de uno de sus integrantes, o en cuanto a sociedades éstas recuerdan eventos importantes de su propia historia. Cuando la ONU se formó se encargó, entre otras cosas y a partir de su carácter unificador de culturas, de recibir fechas onomásticas o conmemorativas de las distintas naciones, por lo que muchas de las fechas que recordamos o festejamos, son parte de un carácter “oficial” de las naciones, ya que la ONU no reconoce fechas que no hayan sido propuestas por un gobierno oficialmente reconocido.
En el caso de las llamadas “Rebeldías lésbicas”, esta “conmemoración” se definió así en el “7° Encuentro Lésbico Feminista de América Latina y el Caribe, Chile, 2007” (ver LeSVOZ 36, pág. 7). Estos encuentros se realizaron con cierta frecuencia en años anteriores, como formas de reunir en un solo país y ciudad, en determinada fecha, y con la participación de activistas y/o grupos que tenían la posibilidad (y gusto) de acudir a dicho “encuentro” y conocerse, compartir sus historias, las experiencias de sus comunidades, llegando al punto incluso, de tomar decisiones en conjunto, para ser implementadas en otros países.
Así se daban y dan muchos encuentros mundiales con este y otros temas, a los que la mayoría de las mortales no tenemos ninguna oportunidad de asistir, y que con el tiempo resultan fundamentales por las decisiones que ahí sus “representantes” toman, para aplicar “políticas” obligatorias o firmadas para cumplir y que, el resto de los habitantes de las comunidades involucradas, no tienen ningún acceso a cuestionar, debatir, oponerse y hasta participar.
El 1er Encuentro Feminista de América Latina, se realizó en Bogotá Colombia en 198111- https://www.vivahistoria.org/eflac, dichos encuentros se realizarían cada 3 años, aunque con el tiempo estos se han ido alargando cada vez más. En 1987 se realizó el IV Encuentro Feminista en Taxco Guerrero México, y con este encuentro se inauguró el 1er Encuentro Lésbico Feminista de América Latina y el Caribe, mismo que se realizó unos días antes en la ciudad de Cuernavaca (o por ahí), --venidas de una ruptura-- y con la intención de que las mujeres lesbianas que participaban en los Encuentros Feministas, pudieran encontrarse en un espacio donde su realidad como lesbianas no quedara invisibilizada, para poder llevar demandas de apoyo y visibilidad para las cientos de lesbianas que trabajaban dentro del Movimiento Feminista Latinoamericano (heterosexual), pero que no podían visibilizar sus demandas como lesbianas. 22-“No las fueran a confundir a todas con lesbianas”, argumento de las feministas heterosexuales y lesbianas closeteras; así como lo lees, opinión mía porque la he vivido muchas veces….
Uno de los acuerdos tomados en ese 1er Encuentro Lésbico de América Latina y el Caribe, fue que se realizarían cada tres años, unos días antes del Encuentro Feminista, en el mismo año y país para aprovechar recursos y la participación de las lesbianas en dicho encuentro, y llevar las demandas que debían de ser recuperadas por el total del Feminismo Latinoamericano.
No me pregunten si esto se logró, porque es bastante evidente que NO, que la lesbofobia triunfó y que muchas historias oscuras de intereses corruptos, convenencieros y económicos perduraron en los Encuentros Feministas (heterosexuales), llegando al punto de que los Encuentros Lésbicos ya no se realizan, y que los otros Encuentros Feministas están a punto de desaparecer, no sin antes haber cedido el espacio con becas y aplausos a los Trans Géneros (en el 11 Encuentro Feminista en la CDMX 2009, "Declaración de Travestis Feministas"), dejando un saldo vergonzoso de discriminación, al no haber reconocido nunca la historia y el impacto del movimiento de lesbianas feministas radicales latinoamericano.
Así llegamos al Encuentro Lésbico Feminista de América Latina y el Caribe, Chile, 2007, donde se toma la decisión de “conmemorar” el Día de las “Rebeldías Lésbicas”. En dicho encuentro, con una participación de 200 lesbianas (activistas, individuales, organizaciones, curiosas, y de otras particularidades) se concensa “celebrar”: “el 13 de octubre como el Día de las Rebeldías Lesbianas Feministas de Latinoamérica y el Caribe con una marcha como expresión de visibilidad ligado a espacios de reflexión para no convertir al acto político en un simple carnaval comercial. Fecha elegida en conmemoración al 1er Encuentro Lésbico-Feminista en 1987 en México.”33- http://normamogrovejo.blogspot.com/2016/02/chile-vii-encuentro-lesbico-feminista.html, según cita la Dra. Norma Mogrovejo.
Por tanto desde el 2008, hemos visto un montón de intentos por hacer oficial esta fecha, gobiernos como el del PRD en la ciudad de México –por citar un ejemplo de muchos– decidieron que ésta era una oportunidad inmejorable para aparentar una vez más políticas públicas y atención a un sector poblacional que sencillamente no les importa, salvo para decirse muy “progresistas”, este día lo llegó a conmemorar incluso el gobierno PANista de Moreno Valle en Puebla, y donde las organizaciones y activistas lesbianas con trabajo real fueron y son completamente ignoradas, al mismo tiempo muchas de estas organizaciones o activistas repiten esta misma forma de supuesto accionar para dirigir los aparadores hacia sí, aunque no todas son oportunistas.
En mi punto de vista, todo aquello que tiene carácter “oficializador” me produce malestar y estoy siempre dispuesta a no seguirlo, además que conozco sus orígenes e historias circundantes, en mi caso, como activista y fundadora de una organización de lesbianas con trabajo real, tiene tiempo que descubrí que los “Encuentros” no sirven para prácticamente nada, como no sea: tomarse días de descanso, reforzar el ego y gastarse un montón de recursos que regularmente no tenemos para trabajar directamente en nuestras comunidades. Aunque hay activistas que si tienen trabajo y otros intereses auténticos al participar en los “Encuentros”, lo cierto es que por otro lado, existe una legión de “activistas” que siempre acuden a los “Encuentros” (no me pregunten de dónde sacan el dinero) y de las cuales no se conoce trabajo real ni impacto en los países que dicen “representar”, o que sus prácticas son reconocidas como corruptas, pero que estarán muy dispuestas para hablar en nombre de una mayoría a la que no pueden convocar ni las conoce, y tomarán decisiones individuales haciéndoles pasar por comunes, dispuestas a extender la mano para recoger los beneficios que esos acuerdos oscuros les repercutan.
Para mí solo hay una cosa muy clara, el origen de ser lesbianas y de nuestro accionar como movimiento es la rebeldía ante el patriarcado, y eso lo venimos haciendo todos los días desde que tenemos memoria.
Fuentes de consulta y referencia:
--VII Encuentro Lésbico Feminista Latinoamericano y del Caribe, Autonomía y Racismo, por Norma Mogrovejo, http://normamogrovejo.blogspot.com/2016/02/chile-vii-encuentro-lesbico-feminista.html
--Las feministas autónomas latinoamericanas y caribeñas: veinte años de disidencias, Jules Falquet, https://www.redalyc.org/pdf/791/79131632003.pdf
--Feminismo Latinoamericano, Francesca Gargallo, http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-37012007000100003
Notas numeradas: [1] https://www.vivahistoria.org/eflac
[2] “No las fueran a confundir a todas con lesbianas”, argumento de las feministas heterosexuales y lesbianas closeteras; así como lo lees, opinión mía porque la he vivido muchas veces…
[3] http://normamogrovejo.blogspot.com/2016/02/chile-vii-encuentro-lesbico-feminista.html