“Un amor que se atrevió a decir su nombre” de Norma Mogrovejo

Presentación de la 3ª Edición de
“Un amor que se atrevió a decir su nombre” de Norma Mogrovejo

Por Mariana Pérez Ocaña / Directora de LeSVOZ AC

Era finales de los años 90 cuando conocí, por separado, a Norma Mogrovejo y Yan María Castro.

En ese entonces, Norma estaba haciendo su tesis de doctorado, y Yan apoyaba su trabajo, además de estar juntas en el proyecto del Centro de Documentación y Archivo Histórico Lésbico.

En aquella época formamos la red Enlace Lésbico, y la presencia de Norma y Yan era fundamental, debido a su experiencia y formación activista, sobre todo para darnos dirección, así como apoyar nuestro conocimiento y crecimiento como activistas lesbianas feministas jóvenes; por lo menos para mí, así las veía.

Cuando el trabajo y presencia de Enlace Lésbico cobró mayor impacto y visibilidad, un problema personal se suscitó entre Norma y Yan; no sé exactamente qué fue lo que sucedió entre ellas, pero un día nos despertamos con la noticia que se habían peleado y que todo era irreconciliable (hasta la actualidad). Pasaron semanas difíciles, con la salida de Yan del Enlace, justo en el mismo momento en que Norma ya había presentado su tesis de doctorado y se preparaba para publicar el libro que tituló: Un amor que se atrevió a decir su nombre.

El día de la presentación, la pasamos en medio de un escándalo, no solo llegó Yan a “denunciar” el trabajo que, unas semanas antes, había aplaudido, otro grupo de lesbianas, entre ellas, una “diputada” (Patria Jiménez) estaban ahí para desestimar el contenido de un libro que ni siquiera habían leído. En medio de una multitud asombrada, gritaban, tomaron el estrado, se burlaban, mientras otras compañeras, estábamos sorprendidas e intentábamos que la presentación se llevara a cabo.

Una de las presentadoras, la Dra. Reyna Barrera se paró y les dijo: “las están grabando y luego se van a arrepentir de lo que están haciendo”; el editor de Plaza y Valdez llamó al diálogo, mientras la multitud que llenaba el recinto de la Casa del Libro de la UNAM, se manifestaba entre expresiones de apoyo a Norma, y otras en favor de quienes la denostaban.

La presentación del libro trascendió al mismo libro. A los pocos meses, Un amor que se atrevió a decir su nombre agotó su primera edición. Telemanita elaboró un video donde se puede observar lo que sucedió antes y durante la presentación del libro. Ese video-testimonio fue entregado a varias instancias; vinieron denuncias de todos lados, intentos de aplicación del artículo 33 constitucional contra Norma Mogrovejo, la denuncia ante un partido político, decenas de emails contando la historia de la presentación, el movimiento feminista y lesbofeminista una vez más dividido, y la victimización de las partes, los desdichos, el desgaste, el hartazgo.

Una segunda edición también se agotó. Pasaron los años con encuentros y desencuentros…

Veinte años después, me acerqué a Norma: “¿Qué pasó con tu libro? Vamos a sacar una nueva edición”.

Así que Norma se dio a la tarea de revisar y añadir un capítulo nuevo; por mi parte, rehacer la portada, maquetar y revisar todo el texto de nuevo. Muchas veces hasta dejarlo listo, conseguir los recursos, imprimir, y empezar de nuevo.

La historia no puede modificarse, la historia de la autonomía de un movimiento social necesita recuperarse, difundirse, respetarse, enriquecerse. Los movimientos sociales han sido fundamentales para transformar la realidad de millones de personas en todo el mundo; son la manifestación de la vida en comunidad cambiando su entorno más íntimo, para producir rupturas y transformaciones que se reflejen socialmente y sean capaces de cambiar la de sus actoras y de las siguientes generaciones.

Este es un libro que conjunta los testimonios de las activistas lesbianas involucradas en las décadas 70, 80, 90 y lo que va del 2000; es su propia historia oral, sus testimonios de vida y experiencia en el proceso de ser visibles en una sociedad intolerante, machista, gaysista, misógina.

La historia oral es una técnica que recupera la voz original de quienes formaron parte de esos eventos que transformaron lo íntimo, lo privado y lo público. Además, el libro cuenta con propuesta de metodología y teoría que explica el devenir de un movimiento social que se ve intersectado por otros movimientos y acontecimientos sociales. Asimismo, evidencia las propias reflexiones y testimonios de la autora, quien de ninguna manera ha sido espectadora, sino una activista abiertamente involucrada en la construcción del movimiento de lesbianas feministas de México y gran parte de América Latina o, lo que ella bien nombra como Abya Yala, para subrayar esa historia descolonizada.

A nosotras, como LeSVOZ, que conocemos y construimos gran parte de la historia del movimiento lésbico feminista, nos corresponde escribir nuestros propios aportes. Sobre todo, reconocer el trabajo que hicieron las que nos antecedieron. Además de recordarles, a las que no están de acuerdo, que se trata de difundir su versión, su experiencia, plasmarla, divulgarla, pero jamás borrarla.

Esta es la importancia de Un amor que se atrevió a decir su nombre, de la mano de Norma Morgrovejo, y de un sector poblacional: las mujeres lesbianas, tantas veces negadas, invisibilizadas, silenciadas.

Sumemos nuestra propia historia, e invitamos a las que están construyendo los nuevos escalones del movimiento lesbo-feminista, a escribirse e ir detrás de sí mismas y, como Norma Magrovejo, atreverse a decir su nombre.

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